martes, 12 de agosto de 2014

Sobrecarga Sensorial

Una sobrecarga sensorial ocurre cuando el sistema nervioso se ve bombardeado por la demasiada estimulación o demasiado intenso para que se procese eficazmente. Aunque la defensa sensorial puede causar una sobrecarga sensorial, también puede ocurrir por la incapacidad del cerebro para filtrar o bloquear el estímulo que entra en el cerebro. Para muchos de nosotros que no tenemos problemas de procesamiento sensorial, nuestro cerebro filtra gran parte de la estimulación que bombardear el sistema nervioso. Se filtra la mayor parte del ruido de fondo (distracción sensorial) que es irrelevante para nosotros para estar conscientes de ello, por lo que puede concentrarse en la tarea en cuestión. Esto permite a nuestro cerebro integrar cómodamente la información importante para que podamos procesar sin problemas y con eficacia. Podemos atender lo que necesitamos porque bloqueamos lo que es irrelevante en este momento.


Sin embargo, para algunas personas con problemas de procesamiento sensorial, este filtro no funciona de manera efectiva, y permite demasiada estimulación en el cerebro y lo sobrecarga. El individuo no es capaz de bloquear el ruido de fondo (el sonido de la ropa al moverse, el sonido del refrigerador prendiéndose y apagadose, el olor de los perfumes o desodorantes de las personas cerca de ellos, el parpadeo de la luz del sol que entra por las persianas, la gente hablando alrededor, el sonido del lápiz sobre la hoja, etc) Su sistema nervioso es incapaz de filtrar, o bajar el tono de la estimulación. El exceso de estimulación que entra en el cerebro con tanta intensidad, resulta en una sobrecarga sensorial. La sobrecarga puede venir de demasiada estimulación bombardeando el cerebro al mismo tiempo.


Para estos niños un día normal en la escuela puede estar llena de asaltos sensoriales. Ellos no pueden filtrar adecuadamente toda la estimulación sensorial en conflicto. Las luces brillantes que pueden causarles dolor de cabeza o el zumbido de las luces que los distraen. Su asiento puede ser demasiado duro y los distrae. Su ropa los lastima, el sonido del gis en el pizarrón chillando en su cabeza, el susurro de otros estudiantes los distrae, el olor de los marcadores y el pegamento pueden ser nauseabundo, y el sonido de la campana abrumadora. Con todas estas distracciones sensoriales y las irritaciones, el sistema nervioso está en un modo de escape/evasión, haciendo el aprendizaje casi imposible. Cuando el cerebro se siente inseguro, entra en modo de supervivencia, centrándose en la protección, no en aprender. Si las sustancias químicas del estrés se acumulan lentamente el cerebro a menudo comenzará a cerrar; para evitar ser abrumado. Durante el proceso de apagado el niño puede parecer "fuera de sí", responde, y en ocasiones se encuentran con la cabeza hacia abajo y se quedan dormidos. Este cerrado es la forma en que el cerebro se protege de la sobrecarga sensorial. Si las sustancias químicas del estrés se acumulan demasiado rápido, el niño puede tener una crisis, trata de escapar y evitar la estimulación tan agresiva para él así como la liberación de las sustancias químicas del estrés. Cualquier respuesta es el resultado de la "lucha o huida". El cerebro está en "modo de supervivencia", no en un modo de preparación para el aprendizaje.





Traducción: Gina Gutierrez


Fuente: Facebook Autism Discussion Page



Sensory Overload

Sensory overload occurs when the nervous system is bombarded by too much, or too intense stimulation for it to process effectively. Although sensory defensiveness can influence sensory overload directly, sensory overload can also occur from the inability of the brain to filter, or turn down, the stimulation coming into the brain. For many of us who do not have sensory processing problems, our brain stems filter out much of the stimulation bombarding the nervous system. It filters out much of the background noise (sensory distraction) that is irrelevant for us to be aware of, so we can concentrate on the task at hand. This allows our brains to comfortably integrate the important information so we can process it smoothly and effectively. We can attend to what we need to because we block out what is irrelevant at the moment.

However, for some people with sensory processing problems, this filter does not function effectively, and allows too much stimulation into the brain; taxing and overloading it. The individual is not able to block out the background noise (feels their clothes scratching them, sound of the refrigerator turning on and off, smell of the perfume or deodorant people near them, flickering of sunlight coming through the blinds, conversation going on nearby, the scratching sound of the pencil, etc.) Their nervous system is unable to filter out, or tone down the stimulation. Too much stimulation coming into the brain, at too high of intensity, results in sensory overload. Rather than necessarily being defensive to one sense, as in sensory defensiveness, overload can come from too much stimulation bombarding the brain at one time.

For these children the average day at school can be full of sensory assaults. They cannot adequately filter out all the conflicting sensory stimulation. The bright lights may give them a headache, or humming of the lights distract them. Their seat may be too hard and they cannot avoid attending to it. Their clothes may irritate them, sound of the chalk on the board screeching in their head, the whispering of other students distracting them, smells of the markers and glue may be nauseating, and the sound of the bell overwhelming. With all these sensory distractions and irritations, the nervous system is in an escape/avoidance mode, making learning almost impossible. When the brain feels insecure, it goes into survival mode, focusing on protection, not learning. If the stress chemicals build slowly the brain will often start to shut down; to avoid being overwhelmed. During shut down the child may look “out of it”, unresponsive, and sometimes lie his head down and fall asleep. This shut down is the way the brain protects itself from sensory overload. If the stress chemicals build too fast, the child may meltdown, acting out to escape and avoid the assaulting stimulation, as well as releasing the stress chemicals. Either response is the result of the “fight or flight” stress response kicking in. The brain is in “survival mode”, not in a learning readiness mode.

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