Escribo desde lo más profundo de mí misma. Como una mujer con autismo,
tengo mi propio mundo en una burbuja que me incluye. En ella, yo tengo
todos las experiencias personales y percepciones únicas que han creado
lo que yo soy.
Soy callada, pero tengo un rico lenguaje
interior. Estoy equipada para describir la multitud de cosas buenas que
tiene tener autismo. La parte negativa,
está estresada por la gente que vive en el exterior, mirando hacia el
interior. Pero yo estoy en el interior de mi burbuja, mirando hacia
fuera, y no veo que a condición del autismo sea del todo mala.
Los individuos que tienen autismo tiene una belleza trascendente. Sus
trazos hablan de un personalidad entera, separada, que es una diferencia
más que una “enfermedad”, “subnormalidad”, “retraso” o “infección” que
deba de ser erradicada. Cada persona con autismo es diferente, aunque
mantenemos ciertos caracteres comunes a todos nosotros.
El
autismo abarca una gran diversidad de grados y no está tan estrechamente
definido como aparece en el diccionario. No se trata de las más
simplistas definiciones de la gente ignorante, que los ve como personas
con baja inteligencia, y temerosas de todo. Actualmente, muchas personas
con autismo son realmente brillantes y tienen superconocimientos sobre
su entorno. Simplemente, no muestran sus conocimientos ante otras
personas.
Puesto que estos eres especiales tiene estilos de
vida bastante fuera de la norma, son rechazados por la sociedad. Se les
discrimina en el colegio, en el hogar, en público, y en el lugar de
trabajo. Algunos adultos con autismo se ha llegado a hecerseles
avergonzarse de sí mismos, así que, a menudo, tratan de ocultar los
caracteres que les hacen ser excluidos del resto de a población.
Los niños con autismo no merecen ser moldeados para parecerse a alguien
que no son. Merecen aprender y crecer, y sentirse cómodos consigo
mismos. Sus mundos pueden expandirse, e incluir nuevas experiencias, y
pueden llegar a ser profesores, abriendo los ojos a otros a sus puntos
de vista.
No es correcto para alguien que tiene autismo esperar
que otra persona se comporte como alguien con autismo Igual que no es
correcto esperar que una persona con autismo se comporte como el resto
de las personas, aunque sean una minoría.
Tomar una parte del
mundo privado de otra persona , es una ofensa. Los comportamientos
específicos que deleitan y alivian a aquellos que tienen autismo,
parecen enfadar y sentirse perplejos a aquellos que no lo tienen.
Sin embargo, si a alguien no le gusta algo, existe una razón:
¿Es el miedo a una persona que ven “rara”?
¿Se sienten avergonzados ante una persona desconocida que perciben como “rara”?
¿es sentido del ridículo?
¿Es incomprensión?
Todo esto se puede corregir mediante la educación. Es necesario
conseguir un conocimiento generalizado de lo que el autismo es, para que
las personas no se sientan impactadas por ello. La sociedad necesita
reformar su actitud acerca de las personas que no les encajan en su
estereotipo de normalidad.
El mundo especial de una persona con
autismo posee un intenso realismo, enraizado en su propia persona.
Miles de fragmentos se unen entre sí para causar percepciones, que se
graban en la mente. Sentidos agudos o torpes, memoria espectacular para
los detalles, comportamientos auto estimulantes, y la habilidad para
permanecer totalmente absortos ante una pequeña partícula, son
características resultantes de tener una cerebro con una estructura
física diferente. Este cerebro es un mundo completo. Este cerebro no es
una prisión.
No hay nada malo en ser una persona introvertida.
No hay nada malo en que no te gusten las multitudes, en preferir estar
sola. La personas que no tiene habilidades sociales no son seres
deficientes o incompletos. Las personas con autismo poseen un modo de
pensar puro, auto construido, debido a su inconformismo. Posen una
inocencia, una maravillosa honestidad, que es el resultado de ver las
cosas exactamente como son. Pueden tener tremendas emociones, y pueden
tener relaciones. Se preocupan de la gente que quieren, a pesar de que
su expresión no sea comprendida por los otros.
Desear una vida
“normal” para un niño es , en la actualidad, parte del cariño hacia ese
niño. Los buenos padres quieren que sus jóvenes retoños crezcan felices,
amados, con confianza, y que sean capaces de tener una vida que les
llene. El tener autismo no destruye esos potenciales; sólo altera su
curso.
Cambia el cómo deben de ser conseguidas las cosas. Crea
un fascinante y complejo individuo que permanece ahí afuera, y es
recordado, incluso por pequeños detalles. En vez de empujar a un autista
a llevar una vida “normal”, el objetivo debe de ser ree-evaluado. Los
autistas serán autistas toda su vida. Tendrán patrones de comportamiento
inusuales, y patrones de pensamiento diferentes. Tendrán sus rutinas y
rituales personales. Ellos existen, apartados del flujo de la vida
estándar . Es una bendición, y un tipo de libertad.
Uno no
puede forzar a una persona que es diferente a llevar una vida como las
de cualquier otro. “Normal” es lo que se acepta y espera, un estándar
para las masas. Pero no todos los individuos encajan en ese estándar.
Incluso los que no son autistas. Es un cumplido para mí cuando las
personas que me ven diferente – incluso cuando alguno dice : “Es un poco
rara” de un modo bonito, porque afirma mis tendencias naturales a
seguir mi propio camino . Tratar de que una persona autista se mezcle
con los demás, es negar su propia personalidad. Es también una acción
infructuosa, a partir de momento en que esa persona va a parecer como
alguien venido de otro planeta .
Otros dirán que son
estrafalarios, porque no hacen las cosas como los demás. Siguen sus
propias necesidades. Llevan el ritmo de sus vidas al ritmo de su propio
ser.
La auto estimulación que se observa en lo niños autistas
necesita ser aceptada en los autistas adultos, ya que su condición no
desaparece al crecer. El balanceo, el andar de puntillas, el [hopping],
el aletear con los dedos de la mano, el [humming], el elegir un
determinado punto de partida el gusto por el movimiento y los objetos
brillantes, y muchos otros, incluidos los propios de cada autista, son
una parte profundamente enraizada en cada persona. Esos movimientos los
relajan, complacen, o estimulan. No son diferentes de las acciones que
las llamadas personas “normales” utilizan para sentirse bien, conseguir
una sensación excitante, como por ejemplo, bailar, nadar, o tener un
encuentro sexual. Las personas obtiene placer y alegría de múltiples
modos.
Los autistas se perciben a sí mismos como el centro de
su propio universo, así que eligen actividades que comienzan y terminan
en ellos mismos, y permanecen profundamente dentro de ellos. No
diferencian entre lugares públicos y su propia habitación cuando
realizan sus actividades auto estimulantes. De hecho, son muy libres en
el exterior, y están muy controladas en sus propios hogares. Tienen
modos únicos y sorprendentes de expresarse.
Los autistas son paradójicos:
Necesitan que se les ayude a auto aceptar y apreciar sus diferencias,
no a verlas como barreras para la vida que deben de ser vencidas. No
desean ser encerrados en instituciones, o ser apartados y cubiertos con
escudos protectores . Son personas reales, que desean formar parte de la
experiencia humana. Siempre deben de ser tratados con cariño, amor,
paciencia y respeto. No importa cuan excéntricos puedan ser, tienen un
sitio, al igual que todos los demás. El sitio de cada persona autista
debe ser el suyo propio, y el que haya elegido otra persona por encima
de él. Cada persona autista ha nacido con ese derecho. No tiene que
conseguirlo comportándose como otros decidan. Está en su derecho de
reclamar su sitio, incluso si vive una vida tranquila, tímida y
discreta. Es su derecho, incluso si se balancea en público, perece estar
mirando a sus propias manos, pone caras divertidas, habla con una
entonación peculiar ( o incluso no habla), no mira a los ojos a otras
personas, o no se interesa demasiado por su conversaciones, incluso si
es un sabio en algunas materias, y subdesarrollado e otras, incluso si
necesita algún tipo de cuidado. No debe ser rechazado para favorecer a
alguien que es considerado “socialmente aceptable”.
Las
personas autistas hacen cosas maravillosas. Necesitan espacio y
oportunidades para florecer, y la libertad para ser ellos mismos.
Jasmine Lee O'Neill es una escritora y una joven con autismo.
Fuente: Blog Oscuridad Sin Luz
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