Muchos niños con autismo presentan comportamientos repetitivos sin un
fin aparente ni consecuencias sociales determinadas. Estas conductas se
denominan comúnmente estereotipias o
conductas con refuerzo automático. Las estereotipias se mantienen porque
la conducta en si mismo implica un refuerzo positivo para el niño. Así,
por ejemplo, un niño puede girar las ruedas de un camión porque el
efecto visual que produce el giro es visualmente atrayente para él .
Ejemplos comunes de las estereotipias incluyen el aleteo de manos, girar
en círculos, repetir canciones y frases de películas, masticar
elementos no comestibles, levantar y tocar objetos o realizar sonidos
vocales. Las estereotipias son muy difíciles de tratar debido a su
persistencia y a la tendencia a ocurrir sin supervisión de un adulto.
Sin embargo, existen técnicas de análisis aplicado de la conducta que
pueden ser útiles en el manejo de las estereotipias. Mencionaremos
algunas de esas técnicas.
1) Estudio Ringdahl, J.E.,
Andelman, A.S., Kitsukawa, K., Winborn, L C., Barretto, A., &
Wacher, D.P. (2002). Evaluation and treatment of covert stereotypy.
Behavioral Interventions, 17, 43-49.
Resumen
En este
estudio, los investigadores determinaron que el aleteo de manos ocurría
en ausencia de consecuencias sociales y cuando el niño estaba solo. Se
investigaron 2 técnicas para reducir dicha conducta: Un procedimiento
daba indicaciones verbales regulares para evitar el aleteo ( Manos
abajo), mientras que el segundo utilizaba una técnica de intervención
denominada DRO o Refuerzo diferencial de otra conducta (Differential
Reinforcement of Other behavior).
En el tratamiento que
utilizaba indicaciones verbales, se observó una disminución del aleteo
en presencia del adulto, pero un aumento del mismo cuando el adulto se
retiraba del cuarto, incluso si el adulto regresaba en forma
intermitente para recordarle que debía detener dicha conducta.
Cuando se utilizaba la técnica DRO se le presentaba al niño una
actividad favorita la cual se interrumpía si el niño aleteaba por
intervalos determinados de tiempo. En estas sesiones el adulto
determinaba la contingencia ( Por ejemplo “ No aletees y puedes ganar
[juguete preferido]”) y luego se iba del cuarto. Una vez que se cumplía
el intervalo, al niño se le daba el juguete preferido. Inicialmente se
le pedía que no aletee por 10 segundos, y luego el intervalo se fue
ampliando paulatinamente hasta 10 minutos. Asi la técnica DRO demostró
mayor efectividad en mantener menor frecuencia de aleteo cuando el niño
estaba solo.
Conclusión
Para algunos niños, las
indicaciones verbales pueden no ser suficientes para evitar las
conductas estereotipadas cuando los adultos no están presentes. Un
tratamiento alternativo se basa en reforzar la no ocurrencia de la
conducta con un estimulo altamente atrayente para el niño.
2) Estudio Britton, L.N., Carr, J.E., Landaburu, H.J., & Romick,
K.S. (2002). The efficacy of noncontingent reinforcement as treatment
for automatically reinforced stereotypy. Behavioral Interventions. 17,
93-103.
Resumen
En este estudio se concluyó que las
respuestas repetidas como balanceo de la cabeza y movimientos de manos
estaban mantenidas por las consecuencias sensoriales y continuaban en
forma independiente de las consecuencias sociales. Los investigadores
identificaron ciertas actividades que podían competir sensorialmente con
las estereotipias. Por ejemplo reemplazar un masaje en el cuello por el
balanceo cefálico. Se identificaron preferencias individuales para
distintos estímulos y actividades. Estos estímulos se les ofrecieron en
forma libre e indiscriminada con el objetivo de evaluar si los niños
eligirian dichas actividades sobre las estereotipias. En todos los casos
continuaban prefiriendo las estereotipias. Sin embargo una vez que se
los guiaba hacia el estimulo (por ejemplo se les daba manualmente un
juguete) las conductas estereotipadas disminuían.
Conclusión
El simple acceso a actividades de recreación puede no ser suficiente
para disminuir las conductas estereotipadas. Los individuos pueden
necesitar ser guiados para poder relacionarse con materiales que hagan
que el refuerzo sea menos potente
3) Estudio
Mancina, C., Tankersley, & Kamps, D., Kravits, T., Parrett, J.
(2000). Brief Report: Reduction of inappropriate vocalizations for a
child with autism using a self-management treatment program. Journal of
Autism and Developmental Disorders, 30, 599-606.
Resumen
En este estudio, las vocalizaciones repetitivas de una nena de 12 años
con autismo fueron disminuidas enseñándole a monitorear su propia
conducta. Primero, se le enseñó a diferenciar conductas silenciosas o
ruidosas modelado por un adulto. Se utilizó un reloj con un timer
audible en el cual podía grabar la cantidad de intervalos que permanecía
silenciosa. Luego se le enseño a reforzarse cuando permanecía en un
número determinado de intervalos en silencio. El procedimiento luego se
utilizó en la escuela pública a la que asistía. El procedimiento
autorregulado resultó en una disminución de las vocalizaciones
inapropiadas, pero no tuvo efecto en otras estereotipias que la niña
presentaba. Además, la niña continuó requiriendo asistencia de un adulto
para prestarle atención al sistema de auto monitoreo.
Conclusiones
Algunos niños pueden aprender a discriminar sus propias conductas y
automonitorear sus respuestas. Esta técnica puede ser una alternativa
dentro de sistemas educativos en las que haya un maestro/guía. Sin
embargo estas técnicas ven limitadas su utilidad a una conducta
especifica.
Fuente: desafioalautismo.org
Extraido de http://www.asatonline.org/
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